Padre Hugo Tagle

De feriados religiosos y Constitución

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Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 12 de julio de 2021 a las 04:00 hrs.
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Del total de feriados en Chile, nueve son religiosos. Buena cifra. Habla de un sentimiento e historia enquistado en el ADN, en el alma de Chile. Sí, el sentir religioso está intrínsecamente unido a la chilenidad. En todos los rincones de Chile, hay un signo religioso, una cruz, una imagen de santos o advocación mariana.

Muchos pueblos y ciudades llevan el nombre de algún santo. Incluso las localidades con nombres de lenguas de pueblos originarios tienen relación con la dimensión religiosa de la vida.

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El próximo viernes 16 se celebra el día de la Virgen del Carmen. Durante el proceso de independencia, su figura fue instaurada como la “Patrona de Chile”. Las principales imágenes que se veneran corresponden a la ubicada en el altar de la Parroquia del Sagrario, que fue tallada en Francia en el siglo XIX, y otra que se encuentra en el altar mayor del Templo Votivo de Maipú, tallada en Quito en 1765.

Gabriela Mistral, en su escrito “El sentido religioso de la vida”, nos dice: “Religiosidad es buscar en la naturaleza su sentido oculto y acabar llamándola al escenario maravilloso trazado por Dios para que en él trabaje nuestra alma”. Somos seres “religiosos” en el sentido etimológico de la palabra - “religare”-, estar atados. En la vida se necesita tanto un “cable a tierra” como uno “al cielo”, a lo trascendente, para que la existencia no sea un ajetreo y ruido permanente y estéril. Desconocer el sentir religioso de los chilenos es no conocer Chile.

Es de esperar que los constituyentes consideren ese dato, no menor, al momento de redactar la nueva Constitución. Por de pronto, respetar la libertad de culto y sus manifestaciones públicas. Es indesmentible y conmovedor a la vez que la fe cristiana haya calado hondo en los pueblos originarios. La quema de iglesias en La Araucanía es un golpe duro al pueblo mapuche, no a los curas o a la “institución”.

Es la gente sencilla la que ha mantenido muy encendida la llama de la fe en todos los rincones de Chile. Invito a los constituyentes a participar de alguna de los cientos de peregrinaciones a santuarios marianos en Chile y empaparse en algo de su alma. En buena parte, es ahí donde vive el pueblo real, trabajador y empeñoso.

La religiosidad chilena es la columna vertebral, aglutinadora, unificadora y vigorizante del sentir patrio. La unidad chilena encuentra ahí uno de sus grandes secretos. Lo cantamos en el himno nacional: Chile, copia feliz del Edén con una blanca montaña que nos la dio “por baluarte el Señor”. Un elemento clave para entender al Chile real.

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